Este curso vamos a echar un vistazo a nuestro mundo y ver qué hace falta en él. Seguramente sacaremos una gran lista: le falta amor, sinceridad, honradez, cercanía, alegría, esperanza, caridad… Pero sobre todo a nuestro mundo le faltas tú. Sí, ¡tú! Porque nada de lo anterior se lograría si tú no dieras ese primer paso y pusieras en el mundo aquello que necesita para ser un mundo más humano, más cristiano, más de Dios.El padre Dehon llamaba a esta tarea “construir el Reino de Dios”.
Él estaba convencido de que Dios es el que en último lugar sostiene y da aliento a nuestro mundo. Por eso no dejaba de repetir la petición que aparece en el Padrenuestro, “Venga tu Reino”. Pero también creía firmemente que Dios no actúa sin nosotros.
Al contrario: somos nosotros los que ponemos en nuestro mundo la sal y la vida que le hace falta.