Ya podemos entrar en las catacumbas de Roma con Google Maps
Ya es posible adentrarse en una catacumba romana con Google Maps.
Gracias a un acuerdo entre Google y la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra del Vaticano, ya se pueden recorrer virtualmente las recién restauradas catacumbas de Santa Priscila a través de la aplicación Google Maps. Se trata de la primera catacumba de Roma que se puede recorrer en 360 grados, permitiendo conocer los detalles de los sarcófagos y pinturas murales a través del navegador web o los dispostivos móviles.
Ubicadas en el subsuelo de la Via Salaria romana, las catacumbas de Priscila son un cementerio cristiano que se utilizó entre finales del siglo II y el siglo IV. Se cree que el nombre de la catacumba se debe a una mujer llamada Priscila, que sería la esposa de un hombre que se convirtió al cristianismo y fue condenado a muerte por el emperador Domiciano.
En esta catacumba podemos encontrar un gran número de murales de santos y símbolos cristianos. Destacan la primera pintura al fresco que representa a la virgen María con el niño; la representaciones de Jesús como el Buen Pastor; la figura de "la mujer orante"; o la Capilla Griega, que aloja pinturas muy elegantes y por eso se le conoce también como la Capilla Sixtina paleocristiana.
Todavía se siguen realizando trabajos de restauración en la catacumba. De hecho, recientemente se ha descubierto una nueva pintura con el tema de la resurrección de Lázaro; datada en el siglo IV d.C., se ve cómo un Jesús muy joven, vestido al estilo imperial, toca con una varita la momia de Lázaro, todavía en la tumba.
El siguiente vídeo nos presenta la importancia de este proyecto que une tecnología, cultura y religión:
Se trata de una nueva visita virtual que podemos utilizar en nuestras clases de religión: como un recurso expositivo para el profesor a la hora de explicar cuestiones relacionadas con el inicio del cristianismo y el arte paleocristiano, o de manera más activa por parte del alumno, animándole a encontrar algunos símbolos paleocristianos, al estilo de lo que ya proponíamos en el artículo sobre la necrópolis vaticana.
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